miércoles, 22 de mayo de 2013

LIBRO: EL LABERINTO DE LA LADY CABRONA



 






Contacto Editorial: carrollera@hotmail.com
Contacto autor: vanessa.cris.dm@live.cl
Primera edición impresa – San Marcos de Arica 2013
Derecho de autor Nº de registro: 224595
ISBN: 978-956-351-702-6
Edición impresa: 300 ejemplares.
El Laberinto de la Lady Cabrona © Vaneléis
Imagen de portada © Verónica Rojo - Vanessa Díaz
Título de la obra: Claudia Vizcarra - Vanessa Díaz

 



Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción
total o parcial de este documento por cualquier medio, sin el previo
y expreso consentimiento por escrito de los autores.
Edición a cargo de Daniel Rojas Pachas.
 




“Sola yo estoy y llena de inquietudes;
cada día me interno más adentro;
mis defectos atraen a las virtudes;
de un misterioso círculo soy centro.
El cansancio que tengo es infinito;
todo el dolor del mundo lo he probado;
un laberinto de ansiedad habito
y a tientas me revuelvo en lo intrincado”
(Pita Amor)
 
 



“Mañana que ya no puedan
encontrarse nuestros ojos,
y que vivamos ausentes,
muy lejos uno del otro,
que te hable de mí este libro
como de ti me habla todo”
(Manuel Acuña)





Sólo Dios sabe que se siente,
que un ave de rapiña me haya llevado a volar tan lejos
dejándome caer a doce mil metros de altura.





La Verdadera


Siempre supe que era la segunda.
Renunciando al ego 
y a mis propias dignidades. 
Porque la quise 
cuando tú no la querías.
Puse paños húmedos en su frente
cuando gritaba tu nombre en sus pupilas.
Me quedé a su lado mientras te lloraba
¡Me quedé!
Muchas veces murió en mis brazos llamándote.
No importa el tiempo que durmió a mi lado
extrañándote.
Sabrá que yo le quise,
mientras tú no le querías.
Y ahora,
que ha vuelto a tu cama.
Espero,
solo espero,
que me recuerde
como la fugaz navegante 
en los vendavales de sus sueños.
 

 

 



 ¡Qué le corten la cabeza!
 
Fuiste un mal viaje.
Un campo minado
asegurando sus fronteras imaginarias.
Una droga fenoménica letal,
con olor a feromonas disuasorias.
 Me intoxiqué de ti.
¡Qué manera de vomitar,
que manera!
si hasta los amigos de mis amigos
me sujetaban la frente.
Fuiste un veneno.
¡Que te corten la cabeza!


 




Maneras de Olvidarte

Esta vez no puedo.
Es más fuerte que yo,
es un acto iracundo,
una voz desesperada
dentro de mi,
clamando.
No puedo olvidarte
pero traté:
busqué otros besos que tragar,
otros brazos que envolver,
otro pecho que arropar,
y otras piernas donde enredarme.
Mezclé todos los alcoholes posibles,
compré fuertes pastillas para dormir,
vi todas las películas graciosas en estreno,
salí con amigas solteras y casadas,
me encontré con cien conocidos
y tomé doscientos cafés.

Créeme,
hasta me compré un perro.
Fui a todos los parques de la ciudad,
miré cuarenta puestas de sol

y cincuenta lunas llenas,
saqué infinitas fotografías
de ancianos sonriendo,
jugué con niños y mascotas;
fui a circos y festejos familiares,
compré plantas y adorné mi casa,
cambié la posición de mis muebles
y adquirí cortinas nuevas
(sábanas también)
Fui a dos psicoanalistas
y leí tres libros de autoayuda.
¡Viajé!
Sola y acompañada
visité cerros y montañas.
Realicé arteterapia,

me corté el pelo,
me hice un machitún,
recité mantras,
bailé Afro
me uní al círculo de mujeres de la luna,
asistí a marchas feministas,
grité,
lloré,
me agarré de las mechas con una puta
en un bar
y me emborraché
hasta vomitar
para luego decir tu nombre.
Intenté mil maneras de olvidarte,
usando a otros
para sentir que aún estabas conmigo,
en mi cama,
en posición fetal,
besando mis hombros,
tocando mis piernas,
susurrándome al oído.
Créeme cuando te cuento
que no te olvido.

Y esta maldita obsesión
de verte en cada pedazo de mí
me hace sentir mojada hasta el ombligo.
Intenté mil maneras de olvidarte
y más…
Solo me faltaba contártelo,
gritárselo al mundo,
decirlo también en silencio.
Escribirlo en un poema,
quemarlo por dentro.
Romperlo.
Quemar tus fotos,
tu ropa,
tus cartas,
tus dibujos,
tus recuerdos.

 


 


Insolente


!Insolente!
¡Cómo te atreves
a profanar mi templo!
Usurpadora de sueños,
no se sale,
no se entra,
¡No se tienta!
sólo porque de amores estás sedienta.


 




Déjame y déjame…
 
Déjame dormir dentro de tu vientre
como niña carente de toda lógica.
Nadar en tu entrepierna
como pez hambriento
de algas y gusanos.
Déjame navegar
por las comisuras de tu cuerpo,
y tragarme todo el sudor
que brota de tu alma.
Déjame entrar y salir
por las vertientes de tu sexo,
como babosa que busca idónea
con su caldosa lengua
toda la vegetación de tu útero.
Y no permitas que pasen por mi cama
despechos e intentos de amantes
que frotan infantilmente su cuerpo sobre el mío
y terminan pensando en sus madres.
Déjame ser la que arroja fluidos
por el cause de tus dedos,
dueños de esta flor tan tuya
que se enciende y se moja,
que se irrita y se enoja,
cuando me desprecias y te alejas,
cuando me olvidas y te vas…

 



 

Soy un ave herida, estrellándose contra el mundo.




 

El Retorno de la Heroína


Sé la heroína que saca su espada de acero afilada,
báñala de sangre con los demonios que te acechan.
¡Mátalos!
Sácales la piel capa por capa.
¡Enfréntalos!
Digiérelos,
perdónalos,
vomítalos…
desintoxícate de la diarrea emocional
que te mata lentamente.
Termina con tu antigua vida,
algo nuevo vendrá.




 

Borderline


Me embargan las emociones
¡Emociones, emociones!
¿Qué haría sin ellas?
No podría vivir sin pájaros errabundos
aleteando en mi pecho,
sin delirantes caracolas
jugando en mi vientre...


 

 


No puedo controlar lo que gritan mis sístoles y mis diástoles cuando te veo

 



 

Manda frutas


“Necesito un tiempo”- me dijo.
Juró ser capaz de bajar al infierno a rescatarme,
a combatir con mis demonios.
¡Juró!
Y yo le dije:
-“Por la boca muere el pez”
Y el pez murió.
Hoy,
no necesito que bajen por mí,
ya no resido en el infierno.
Así que…
ándate con tus tiempos a la mierda
y manda frutas.





Karma


¿Cómo puedes clavarme tantos puñales en el corazón
mientras pronuncias palabras de amor
como mantras sagrados?
¡Pestíferas palabras!
La vida pasará
y algún día,
entre los pliegues del tiempo,
sentirás esos mismos puñales,
devolviéndose hacia ti.





Cuando te conocí descubrí el Universo, ahora sólo veo cadáveres como estrellas...





Venganza
 
En el templo en que escondo
para convulsionar tu amor,
tengo todo listo para vengarme.
Me estoy dejando crecer crecer las uñas
para arañarte los ojos,
para rasgarte la piel.
Para cortarte la lengua
tengo un cuchillo obsidiana
y un vaso de agua con azúcar para después,
cuando me arrepienta.

 




La Caminata
 
Llévame a caminar esta noche
por las calles solitarias,
por donde los perros ya no ladran
cuando hay luna llena,
ni los gatos maúllan en celo.
Llévame tomada del brazo
mientras aspiras el humo de tu cigarrillo
y nuestros recuerdos se inmortalizan
bajo el crepúsculo.
Detén tu paso firme de vez en cuando
para atar tu zapatilla sucia y gastada
por el mismo recorrido de siempre.
Cuéntame de tu mundo
y de sus nuevas estaciones,
mientras enciendes el segundo cigarrillo
y te atas la otra zapatilla.
Háblame de tus ensayos de filosofía,
de Sócrates, Descartes y Marx
(Tus amigos más cercanos)
y léeme con sonsonete agudo
aquel poema de Bertoni
que tanto te gusta y me hacía llorar.
Cántame una canción de Francoise Hardy
con tu fonética imperfecta
y báilame Hello, I Love you
de The Doors,
haciendo ese paso raro
que tanto te ridiculizaba
en las tertulias con los amigos.
Háblame de tus sueños más próximos,
dime que por fin construiste esa casa en el desierto,
con paneles solares que tanto anhelabas.
¿Ya tienes al gato roñoso
que rescatarías del terminal pesquero
de Antofagasta?
¿Ese de cola pelada
y ojitos pegados por conjuntivitis?
¿Le cediste el nombre que le pondríamos
a nuestro primer hijo?
¿Aún tomas pastillas para dormir?
¿Aún tienes pesadillas por las noches?
¿Aún recuerdas nuestras profundas conversaciones
mientras caminábamos tomados de la mano
sin alarmas ni relojes?
¿Recordarás también estas caminatas
que solíamos hacer
cuando éramos invencibles
y nos amábamos bajo los árboles viejos de Canelo?
Yo me pregunto si para ti significa lo mismo.
Porque ahora que para mí
cada día sin ti es domingo
y las nubes comenzaron a cumplir el ritual
del llanto sobre mis hombros.
No puedo hacer más
que seguir tu paso,
aferrándome al recuerdo
como una adolescente
que perdió su encanto.
Ahora que mi soledad
comenzó a manifestar su descontento
y el sol empezó a dormirse lentamente bajo el horizonte,
quisiera no haberte soltado jamás,
no haberte dañado nunca,
fingir que nunca terminé contigo,
para seguir llamándote amor
y no amigo.
 




Pájaros


Estoy dentro de una cueva
llena de pájaros negros,
de plumas luctuosas
y garras afiladas.
Me rodean como buitre a sus muertos.
Tengo miedo.
Veo relámpagos que se asoman
como pequeñas luces.
Oigo voces de gente que me llama,
no veo a nadie…
¿Es un sueño, la vida?
No encuentro salida,
no encuentro.
No hay nadie amparándome en el horror.
¿Esto es una pesadilla?
¿Estos pájaros me comerán?
¿Devorarán mi cuerpo entumecido?
¿Estos pájaros están tan muertos como yo?
¿Soy un pájaro?
¿Ellos son yo?





Cada noche


Cada noche,
comienzo a exorcizar los fantasmas
que habitan en el sótano de mi alma.
Gritan sus plegarias como recién nacidos,
sin la teta,
ni la leche de sus madres.
Cada noche,
siempre el mismo rito.
Lloran como niños asustados,
piden agua.
Muero len-ta-men-te
en el frenesí de mi presente.
Soy la niña asustada que pide agua,
soy el fantasma incluso,
soy el sótano,
el rito
la plegaria.

 




Desahuciadas


Nuestro amor
se aferra a la vida,
agoniza como un enfermo terminal.
Agoniza.
Somos rosas deshojadas
en jardines olvidados,
estrellas fugaces
en planetas no creados.
El amor,
fue una fantasía que añoramos.





No necesitó una pistola para asesinarla, ya lo había hecho con las palabras





El Laberinto
 
La salida más próxima de un laberinto
es creer que existe una.
Podemos suponer que encontraremos una puerta,
que llamamos solución a nuestras confusiones,
pero solo son suposiciones banas.
Porque no hay salida más indudable
que el fluir tiempo,
Ni respuesta más exacta
que la misma vida.
Estamos equivocados
buscando el cause de un río
que se estanca en su propia finca.
Estamos pensando al revés
si creemos que tendremos las certezas
y las respuestas
a todos nuestros desencuentros.
Estamos pagando un seguro de vida
con el dinero que nos da la muerte.

 




Intentos
 
¿Debemos fingir que esta distancia
es un acuerdo transitorio
y seguir poniendo dos cubiertos en la mesa
como cada día?
¿Debemos pensar
que quizás en un tiempo más
estaremos listos para amarnos
sin tribulaciones?
¿Es necesario aferrarse a un quizás
para no decirnos adiós,
matándonos con sobredosis de intentos?
Sólo queda el aire cantando una canción triste


 



La culpa


Llevo sobre mis hombros
el peso de una gota de lluvia
cuyo destino era el charco que mojó mis botas.
Cargo cruces en mi espalda por la culpa
y a veces sangran las espinas del pecado por mis ojos.
Y si camino por las calles sin tu mano llevándome
y me oculto entre los árboles de hojas caídas,
no es porque ya no sienta amor por ti,
solo evito un castigo más grande
del que pueda soportar.





Rencor


Ahora es un espejo roto tu mirada,
de tus labios sale podrido
el néctar que sació mi sed,
de tus dedos salen espinas
cuando intentas acariciarme.
Te habita un demonio adentro
que no te dejar perdonar.
Quisiera inundar de caricias
tu corazón dañado,
pero tu rencor es como un alacrán
que se agranda y me devora.





Clausis Circulus


Este es el final de aquellas mariposas
que bailaron dentro de nuestros vientres,
cuando tú metías tu lengua allí,
no sé por dónde.
Y yo la mía,
ya sabes dónde.
Este es el final,
el cierre del telón sin nuevo estreno...


 



Esencia
 
Mi mente,
es un laberinto sin salida, mi mente...
Existe una profunda emoción
descontrolada dentro de mi vientre
que nunca podrá ser poesía,
es el poema que jamás podré escribir
con la mano temblorosa,
es el poema que nacerá en mi interior
minutos antes de morir...


 



Tú me culpas por las lágrimas de leche que cayeron de mis tetas
 




Enigma


¿Qué hay detrás de la muerte, Señor?
¿Una bandada de pájaros azules,
o un silencio escandaloso?
¿Un puente con ángeles rutilantes
o laberinto de luz?
¿Qué?
Entre más descomunal es la vida,
más terrible el agujero negro
que vaga en el misterio.
Yo observo recóndita el firmamento
y te pregunto:
¿Qué hay detrás de la muerte, Señor?

 




Madre Eterna


No te mueras mamá,
no me dejes de parir cada día…





¿Quién es Dios?


Si dentro de un gran océano,
te sumerges en un velero,
él soplará tus velas


 



Salvación


Ni siquiera tengo suerte para morirme - me dijo.

Te sientes sola,
caen cenizas por tus ojos vacuos,
nadie se acerca a la doliente,
todos juzgan a la deslucida.
Podrías acabar con todo si quisieras,
pero no puedes.
Intentas escarbar en el presente
señales que te enciendan en penumbra.
Yo quisiera salvarte,
Yo quisiera,
pero no puedo,
Porque mis ojos también son vacuos,
y porque tampoco tengo suerte para morirme.





Que el corazón haga lo suyo…


¡Si el corazón quiere gritar,
que grite!
Hasta quedar sin voz.
Que el holocausto en su interior
sea el soneto rimbombante del olvido
y que los micro-estallidos
causados por darlo todo
sean el cable a tierra para evitar
que vuelva a sangrar
sobre la llaga que lo corroe.  

 




Me siento como una hormiga, a punto de ser succionada por un oso hormiguero.





Zamudios

Shakespeare lo dijo: ¡El amor es y sólo es!
 
¡Degeneración!
Una devota refunfuñó.
Mientras caminaban
tomados de la mano
por las calles de Antofagasta.
¡Enfermos!
Un ignorante exclamó
cuando se detuvieron
para besarse,
largamente y sin temor.
¡Pecado!
Dijo la canuta,
sacando la biblia
que llevaba bajo su pestilente brazo
¡Errores humanos!
Gritaba,
citando las escrituras
del pecado de Sodoma,
y los prostitutos sagrados.
¡Que vengan los nazis,
que maten a los maricas,
a las mariconas,
qué asco,
qué terrible,
me arde la lengua,
me escosen las manos
hasta el trasero me pica!
¡Abominación!
predicó un pastor,
mientras cobraba el diezmo
afuera del templo salvador.  
 ¡Mátenlos a todos!
Un homofóbico gritó.
entonces todos apedrearon al próximo.
 y murió Daniel Zamudio.



 


Un pájaro herido dentro de un puño, el amor…


 



El final de las Rosas


Se deshojaron entre ellas,
sangraron desde sus tallos,
¡Sangraron!
La sabia no fue más que un puente
que circuló más dolor y más sangre.
Dos rosas que se amaron,
hoy marchitas me piden
desde la tierra árida que ahora las encierra,
que escriba su historia.
Ellas se besaron,
se unieron,
se prometieron,
se mintieron
se dañaron,
se escupieron,
se enfadaron,
se lloraron,
se extrañaron,
se buscaron,
se aborrecieron,
se arrepintieron…
Se perdonaron,
Se volvieron a dañar,
Se mataron…
Se murieron…



 


¿Y si fuera una perra?

¿Y si fuera una perra?
no lloraría cada vez que me violentas
con tus palabras pérfidas
y tus acciones agresoras.
Si fuera una perra
no tendría que escribir que quiero serlo,
simplemente lo sería,
hasta que fueses tú
quien se arrastrase por mí
con Distemper.





Perversión y Ternura.

Morderlo sin soltar,
sin miedo.
Masticar.
Romantizar el acto de tragar.
Desprender su piel.
Saborear.
Romperla un poco más.
Y cuando haya sangrado lo suficiente,
no compadecerse
¡Asesinar!
Usar su piel
como anzuelo para peces fermentados,
sepultar su espíritu
en el cementerio de la luna.
Besarlo dulcemente antes…


 


 

En la eternidad de tus ojos…

No soy un árbol que echa raíces,
ni busco formar lazos inquebrantables.
Prefiero perderme en el océano de tus ojos,
navegando por ellos de manera incierta.
 
No te aferres a mí
como si fuera una boya en el mar,
cuyo fin es salvarte de no morir ahogado.
Prefiero que vueles a mi lado
mientras los demás pájaros se aparean.
 
No me ates al mañana,
bésame ahora,
tócame ahora,
siénteme ahora,
víveme,
como el último respiro de un agonizante.
No me ahogues con inseguridades
y falsas promesas,
que sólo expresan los desesperados de amor.
No apagues la llama que flamea
con presiones absurdas,
ni finjas inmortalidad
ante mi efímero corazón. 
 
Deja que los demás acaben odiándose
por transformarse en amebas,
deja que los demás se asfixien
en la simbiosis de sus cuerpos
poseídos por el egoísmo,
deja que los demás amarren sus corazones
a cadenas dictadoras.
Deja que los demás se pertenezcan inseguros
y se ahoguen con sus normas opresoras.
¡Déjalos!
y escúchame a mí,
sólo a mí,
cuando te digo que
el mañana es ahora.





Adivina el mensaje oculto en mi cuerpo





El Engendro


Tengo las manos llenas de lodo,
he dejado fecas en las almas que he tocado,
he matado sin piedad a niños inocentes,
tengo los ojos hundidos de tanto llorar
y al mirarme,
mil espejos he roto.
Soy la señorita escupida por Dios,
¡Perdóname Padre por contar tu secreto!
He dicho a todos que existo.
Soy la más oscura y metamórfica
roca de sal en la marea,
el sonido de una extraña melodía,
el invierno vestido de primavera.
Pero tú:
tú, me dices que soy linda,
que nada importa cuando me besas,
que cada uno de mis besos
es como un fulgor de luz,
transitando por tus venas.
No te ciegues,
no te engañes
!No te arriesgues!
Porque hasta los buitres harían arcadas,
 y morirían envenenados
si tratasen de comerme.
¿Qué podría ofrecerte yo,
una mariposa de alas rotas,
o un cuervo anémico
con el corazón agonizante?
No lo concibo,
hay mil formas de suicidarse
¿Y tú has escogido amarme?
Miras tu muerte con ojos dulces
y no le temes al infierno.
No lo entiendo…
Hay tantas mujeres a quién amar
!Y tú, has escogido al engendro!

 

 



Sed


Es tu lengua viajando por mi cuerpo,
aquella que moja mis caderas como el mar
y las estremece según la intensidad de la marea.
Lengua que abriga mis senos como el fuego,
calcinando de a poco mi cuerpo.
Por eso a veces se inflama
esa zona rural en mí,
que no habla pero se moja.
Por eso a veces soy agua
y a veces del otoño
el viento que acaricias las hojas.
Yo no pido que me ames
porque no soy una rosa,
ni quiero ser tu flor.
Sólo soy una mujer que ansía ser lamida
sin importar que te atragantes
mientras me tragas toda.
Sólo quiero tu lengua
navegando en mi interior,
ahí…
donde las palabras no llegan.





Lady Cabrona


Arde sobre mí,
navega en la flor
que se moja secretamente entre las sábanas,
sube la cordillera de mis senos
con tu lengua excursionista.
Despacio,
deprisa,
despacio,
deprisa,
¡Más, más, más!
Entra y sale atrevidamente
por la vertiente de mi sexo,
balancéate abruptamente en mi entrepierna,
lucha contra mi posible gran orgasmo
y no acabes sin antes gritarme entre las sábanas:
¡Que me amas,
que me odias,
que soy una más!
Atrás, hay un puerto escondido esperándote,
en mis caderas puedes arrojar esa cosa blanca
que improvisa hijos no deseados.
No me importa,
Yo juego contigo,
eres uno más entre tantos
¿Tú crees que soy la mujercita sometida?
Me gusta ese juego perverso
en que puedo asesinarte por dentro.
Hombre de pezones cadavéricos
y piernas enmarañadas.
Solo eres un trozo de carne
masticada por mis dientes careados.
Te quiero ahora,
mañana no,
mañana serás un cualquiera
y yo una cualquiera,
seremos dos desconocidos,
nuestras miradas podrán despreciarse o buscarse,
incluso mañana tengo la noche libre,
follaremos si quieres.
Mojaré tu torso y tu vientre,
arrojaré mi sabia en los rincones de tu boca,
gemirás como un adolescente,
terminarás en algún lugar de mi interior,
o quizás fuera,
que importa,
porque no soy
ni seré tuya,
¿Crees que soy tuya?
Sólo mi cuerpo por esta noche.
Mañana serás uno más y yo…
la desconocida.





Siento como un ave se mete abruptamente en mi pecho


 

 


Para mi Rimbaud…


Dejaste un beso en mi mejilla
como una brisa,
detuviste tus pasos apurados
sólo para rosar con tus labios
a la flor con espinas...


 



Nunca tomes una decisión, cuando te encuentres en un laberinto

 



 

Agradecimientos:
A quienes me inspiraron e inspiran a escribir
y a todos quienes están del otro lado leyendo…